Se ha descubierto que la obesidad es un factor importante en el desarrollo de la disfunción eréctil. Los hombres con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que pueden contribuir a la disfunción eréctil, como enfermedades cardiacas, diabetes e hipertensión.
La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, que puede afectar negativamente al flujo sanguíneo y a la función nerviosa, provocando disfunción eréctil.
Los hombres obesos corren un mayor riesgo de padecer hipertensión y presión arterial alta, lo que puede afectar negativamente al flujo sanguíneo hacia el tejido eréctil y provocar disfunción eréctil.
Las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes en los hombres con sobrepeso u obesidad, y también pueden contribuir a la disfunción eréctil.
Se ha demostrado que la obesidad reduce los niveles de testosterona en los hombres, lo que afecta al deseo sexual y provoca disfunción eréctil. Un aumento de 10 cm en el tamaño de la cintura puede conllevar un 75% de probabilidades de tener niveles bajos de testosterona.
La disfunción eréctil puede ser una señal de alerta precoz de problemas circulatorios y cardiopatías, ambos relacionados con el sobrepeso. Abordar estos problemas puede ayudar a mejorar los síntomas de la disfunción eréctil.
Aproximadamente un tercio de